Herald




EL TURNO DE LAS MUJERES

Una nueva versión del Lisístrata de Aristófanes en escena.
Por Alfredo Cernadas, Buenos Aires Herald

“Hacer el amor y no la guerra” es el típico slogan hippie de los años 60, pero el mismo no era ninguna novedad en el año 411 AC en la antigua Grecia, cuando se estreno Lisístrata, de Aristófanes. Esto sucedió durante la desastrosa guerra del Peloponeso, entre Atenas y Esparta. En su obra, el autor ridiculiza y critica los defectos humanos, especialmente aquellos de los políticos y magistrados. Lisístrata expone el sin sentido de la guerra entre pueblos del la misma raza, religión, idioma y tierra. El escritor utiliza a las mujeres para llevar a cabo su cometido, ya que al igual que Héctor en la Ilíada, siempre se creyó que “la guerra es cosa de hombres”. La mujeres de ambas ciudades, convencidas por la Ateniense Lisístrata y hartas de la situación del país, se rehúsan a tener sexo hasta que la lucha cese. A pesar de que la obra es considerada pacifista, la mayor preocupación de Aristófanes es poner en primer plano la rivalidad sin sentido.
Lisístrata es posiblemente el primer clásico de humor de la historia, y ha sido adaptada en en muchísimas oportunidades en todo tipo de versiones, incluso musicales. En esta ocasión, la puesta en escena está en manos del talentoso grupo “Los Valijeros” (cuyo nombre podría tener algún tipo de connotación menos inocente, pero no es el caso)
Esta joven compañía teatral tuvo su origen en la facultad de arte dramático de la Universidad del Salvador, y ya ha adaptado muy satisfactoriamente a Ionesco y a Ben Johnson en versiones frescas y creativas. Este es también el caso de Lisístrata Unplugged, cuyo título remite (¡Alabado sea Dios!) a la falta de amplificación en los números musicales, diseñados para reemplazar al ubicuito coro, siempre presente en el antiguo teatro griego.
Se han visto muchas versiones de esta obra en el escenario local, y ésta compite en forma muy positiva con las anteriores, a pesar de que el elenco que uno esperaría en este clásico debería ser mayor a los cuatros actores y siete actrices presentes en esta puesta. Pero lo que la compañía carece en cantidad de integrantes lo compensa ampliamente con talento alegría y energía.
Andrés Sahade, el director y adaptador de la pieza, ha diseñado una versión brillante, inteligente y divertida, sin caer en la obscenidad. Después de todo, los antiguos griegos no eran recatados, y no se amilanaban a la hora de llamar a las cosas por su nombre. En esta puesta coral el trabajo grupal es crucial, pero todos tienen la oportunidad de brillar. Y todos brillan en su actuación y desempeño musical, pero no puedo dejar de destacar a la atrevida Lisístrata de Micaela Fariña.
Al igual que en los escenarios antiguos no hay demasiada escenografía, pero el vestuario y las pelucas (a cargo de Belén Bolzán, Clara Carranza y Carolina Travi ) son dignas de destacarse; al igual que la música de Ricardo Scalise (que interpreta a un Zeus muy poco “divino”) y las coreografías de Ana Azcurra. Los asientos del teatro también trasladan al espectador varios siglos en el pasado.
Noventa minutos de pleno entretenimiento. La entrada es a la gorra (una contribución voluntaria de los espectadores al término de la función)
Cuando y Donde: Sábados a las 23hs en el auditorio UPB (Universidad Popular de Belgrano), Campos Salles 2145. Tel 4701-3101.